Desarrollar el modelo de negocio en Internet implica adentrarse en un mundo digital, muchas veces desconocido para los empresarios, quienes deben estar conscientes de que puede llegar a implicar riesgos y a ser hostil.

Cuando la empresa decide desarrollar el modelo de negocio en internet, no basta solo con tener en cuenta al diseñador web, la generación de contenidos, los precios de la competencia, la contratación de colaboradores y subcontratación de servicios. El empresario debería ser más consciente de que se adentra en un mundo digital, muchas veces desconocido, y que incluso puede llegar a ser hostil.

Muchos empresarios deciden, hoy en día, proyectar su modelo de negocio en la red. Internet es un espacio que ofrece muchas posibilidades, pero en el que hay que tener en cuenta algunas reglas, como por ejemplo las de marca. La presencia de la marca debe hacerse por medio de estrategias de comunicación SEO y/o SEM, porque, como dicen, “si no estás en la red, no existes”. Las reglas del desarrollo empresarial son algo diferentes en el mundo analógico y en el digital. Si no vamos con estrategia y cautela puede llegar a ser un lugar hostil, por desconocimiento de la facilidad de caer en “trampas” de reputación por parte de los usuarios, lo que tendrá un impacto negativo en su prestigio y, por tanto, la venta de productos y servicios, entre otros.

El informe de Fiscalía de Criminalidad Informática de España, para el año 2016, sitúa en su resumen, los procedimientos iniciados con motivo de ilícitos penales ocurridos a través de la red. Cabe destacar que el 80% de ellos tienen relación con delitos contra el patrimonio. (Memoria Anual de Fiscalía General del Estado de 2016)

Durante varios años hemos recopilado todas aquellas circunstancias que han sufrido las empresas a raíz de su exposición en la red. Vamos a hacer una breve exposición de incidentes para que el empresario pueda tomar conciencia de cuántos son los elementos que se deben tener en cuenta en el momento que decide vender sus productos y servicios en la red.

Crisis de reputación

Las crisis de reputación se producen en la red por dos causas. Por un lado, es el propio empleado que puede provocar con sus comentarios una crisis de reputación, por contenidos que atentan a la propia marca o por opiniones personales que la atacan. Claro ejemplo de ello es el caso de @JustineSacco, quien, antes de subirse en un avión desde Londres hacia Sudáfrica, publicó en la red social Twitter un tuit racista que comprometió a la empresa en la que trabajaba. El efecto tuvo tal magnitud que se vieron “obligados” a despedirla.

Por otro lado, una crisis reputacional puede producirse por el competidor directo de la marca. Hemos observado cómo los competidores crean múltiples perfiles falsos de usuarios que generan comentarios negativos hacia nuestra propia marca. Muchas veces, el volumen de blogs y foros de opinión en los que aparece nuestra marca de forma negativa es tan grande que nos posiciona en los buscadores con los resultados de búsqueda vinculados a esas categorías de comentarios. La solución en estos casos vendrá al contratar un experto en monitoreo de redes, intentar localizar a los usuarios que hablan de nosotros, escuchar su diálogo y tratar de vincularlo a alguien concreto y, muchas veces, antes de llegar a un proceso judicial, tratar de negociar el cese de las acciones con la otra parte. Este tipo de crisis reputacional podríamos considerarlo una competencia desleal.

La usurpación de la identidad

Consistente en la creación de páginas web “fake” o falsas, con las que se dirigen a potenciales clientes nuestros y a los que, a través de engaño, se redirigen con otros enlaces para tomar el control sobre sus credenciales de acceso a determinados servicios web, como los financieros.

Otros de los riesgos a tener en cuenta en el momento de vender nuestros productos y servicios en la red es la seguridad con la que conservamos los datos de nuestros clientes, y que podrían verse afectados por ataques informáticos DDOS (Denegación de Servicio) que bloquean nuestro funcionamiento comercial, malware de cualquier clase que bloquee nuestras bases de datos, ransomware que cifre nuestros datos y deje inaccesible la información, incluso la seguridad de todo nuestro sistema informático, así como de la página web. Debemos considerar la posibilidad de ser “atacados” informáticamente desde fuera, tanto para bloquear nuestra información y hacerla inaccesible, como para robarnos los datos de los usuarios, los cuales serán vendidos en el mercado negro para usurpar sus identidades y/o apropiarse de su dinero.

Al momento de desarrollar nuestro modelo de negocio online, recomendamos tener en cuenta todas las medidas de seguridad necesarias sobre la página web y sobre los sistemas de almacenamiento y tratamiento de la información. Ante cualquier incidente de seguridad, recomendamos acudir a algún abogado penalista especialista en tecnología, o denunciar ante las autoridades competentes para que puedan investigar los hechos.

Artículo publicado para la revista «Agenda» de El Salvador.