La entrevista. Elena.
Esta mañana de domingo 15 de noviembre de 2015 amanece con un artículo en La Vanguardia rememorando el evento y a los ganadores “LegalSurvivors”. La foto no corresponde con el equipo pero sabemos que la hemos ganado nosotros.
Muchas son las noticias escritas sobre ello:
- efeemprende
- LegalHackaton.com
- Lawyerpress
No han trascendido las cosas que “no se ven” y pocas personas conocen en qué consiste exactamente una LegalHackaton, sobre todo los Abogados, tampoco mis alumnos del Máster de Derecho Digital de IL3 de la Universidad de Barcelona.
– Para asesorar a una startup tenéis que crear una, arremangaros, saber lo que cuesta, los procesos personales y emocionales por los que pasa el equipo y sólo así, conoceréis cuál es el alcance y la necesidad real del asesor jurídico- legal.
Ellos asienten sin saber muy bien de qué hablo, pero no hay más lección profesional para tu pasante o alumno que predicar con el ejemplo, y que lo vea.
Era un martes, los clientes se precipitaron al despacho adelantándose una hora a su hora de visita. Los tengo delante y suena la llamada de Skype. Es Elena, la responsable de hacer una entrevista a todos los aspirantes a participar en la LegalHackaton Barcelona.
Sistemáticamente empieza a hacer preguntas hasta que verbaliza una que me conmueve. Los clientes siguen delante de mí, mirando atónitos por lo que están escuchando. Fue el precio que tuvieron que pagar por llegar antes, dejar de hablar del robo de información de su empresa y ver a una Abogada más personal. Se dio así, no lo cuestioné.
– ¿Cuál ha sido el momento de tu vida que has sentido más miedo?
Aquella pregunta me catapultó a lo más oscuro de mí misma. Pensé como un rayo en la escena y me dije a mí misma que, quizás, a Elena no volvería a verla. Le contesté y le devolví la pregunta.
– ¿Y el tuyo?
– ¿Perdón? – contestó
– Elena, igual no volveremos a vernos nunca más. Y quizás tú eres una persona muy interesante. Estoy compartiendo contigo, una desconocida, lo más íntimo de mí. Yo también quiero saber cuál ha sido el momento de tu vida en el que has pasado más miedo.
Las preguntas se sucedieron una a otra. Aunque fue a través del skype, nos miramos a los ojos. No fuimos “una entrevista más”. Fue una “gran entrevista”. Aprovecho para agradecer ese momento a Elena y la profesionalidad con la que dirigió todo el proceso, antes, durante y después.
Start to Be
El mail de Elena me confirmaba la participación. Llegué justa. La última. El evento había empezado con la primera ponencia y ahí se encontraba lo que yo llamo en #DreamTeam de @ENATIC1 Rodolfo Tesone, Eduardo López, Josep Cañabate, Susana González, Bárbara … Me miran.
– ¿Qué haces aquí?
– Yo participo en el proyecto.
Las caras que pusieron todos enfundados en sus trajes confirmaba el título que me había puesto el Ingeniero Informático Lorenzo Martínez “eres una abogada friki”. Una de los miembros del grupo ENATIC se arremangaba para pasar las siguientes más de 24 horas sin dormir y creando una aplicación para móvil.
Entramos en una sala. Calculo que éramos entre 50 y 60. Nadie conocía a nadie. Se plantearon 3 retos por los patrocinadores del evento. Había no sólo que desarrollar una aplicación orientada al reto que más te gustara, sino encontrar a tu equipo: 1 desarrollador, 1 persona de márketing, otro abogad@ . Nos dieron media hora para “encontrar” el equipo que fuera más afin. Y allí estaban: Julián (marketing y diseño), Ángel (desarrollador), Clara Isabel (Abogada). No hizo falta más. El equipo se compactó inmediatamente.
Nos trasladaron a una sala en la zona superior del espacio en el que se celebraba el evento. Intercambiamos algunas ideas y en seguida cada uno supo hacia dónde tenía que ir. Sobre una mesa contigua había bebidas, frutos secos, fruta …. Uno de los requisitos es no salir del recinto. Entrabas con lo puesto y con ello permaneceríamos hasta las 20:00 del día siguiente en que terminaría el evento.
A las 18:00 lo tuvimos todo claro pero cuando empezó a caer la noche hicimos un cambio de rumbo. Tan radical fue el cambio que a las 21:00 sentíamos que teníamos que empezar “otra cosa”. Lejos de amedrentarnos seguimos con más fuerza y más rapidez a fin de recuperar el tiempo de tres horas valiosas que habíamos dejado atrás.
Nos traen la cena. Cada uno tiene su bolsa con sus víveres. Los vamos distribuyendo a lo largo de toda la noche. Sabemos que va a ser duro. Muy duro. Apenas levantamos la cabeza de nuestros ordenadores. Julián y Ángel comparten diferentes opiniones, corrigen rumbos continuamente para “afinar” más en el desarrollo. Clara Isabel y yo misma reajustamos la parte jurídico-legal y la trasladamos de una manera entendible a los dos compañeros.
La larga noche
Sobre la 1:00 de la madrugada empezamos a ver el pequeño “punto de luz” de hacia dónde va todo nuestro trabajo. Apenas nos levantamos de la mesa. Ni siquiera nos damos cuenta de todos los que entran y salen. Recordamos que por la tarde nos ha visitado Xavier Verdaguer creador del proyecto para startups “Imagine”. Nos conocemos, nos dice: Contad que no podéis sobornarme eh? Ni lo habíamos pensado pero, dicho estaba!
Cuando las fuerzas empezaban a flaquear era cuando más claro teníamos el lugar hacia el que íbamos. Los componentes de la organización, entre ellos Ignacio Rodríguez Tucho, se van alternando para ver nuestros proyectos. Grandes componentes del Staff fueron pasando toda esa noche, como Maitane Valdecantos y Jorge Campanillas. Un lujo todos los profesionales que allí estuvieron echando un cable a todos y cada uno de los equipos.
Las tres de la madrugada fue un punto de inflexión para algunos. Hubo incluso un equipo que “desapareció”. El cerebro ya no daba de sí. Como unos homeless, fuimos buscando espacios sobre los que dormir. Encontré un palé con un trozo de espuma encima y un cojín. Decidí que intentaría dormir allí. Hacía frío. Mucho frío. Apenas dos horas y media de sueño para recuperar de nuevo el aliento. Abrimos los ojos Clara Isabel y yo misma a las 7:00. Empezamos a darle vueltas a la aplicación y tuvimos que levantarnos de puro nervio para continuar.
El segundo día
Empezaba la carrera contrarreloj. Las horas estaban contadas para presentar la aplicación de una manera accesible y visual para todos. Empezamos a programar las horas de esfuerzo. Los mentores van de mesa en mesa. No podemos atenderlos. Se nos escapan los minutos. Lo tenemos claro. Sabemos cómo terminarlo. Las 15:00 es la hora máxima en que tenemos que presentar el proyecto. Hay mucha tensión. Ahora sí que nos miramos unos equipos y otros.
El café que nos da la Organización era más que necesario. Las fuerzas flaquean, los nervios están a flor de piel.
Aparece Susana González trayéndome lo que yo llamé el “kit de supervivencia” del aseo. Colonia. Toallitas húmedas. Maquillaje… Un Ángel..!
A las 15:00, después de una comida excelente facilitada por la Organización, debemos entregar el proyecto. Nos quedan apenas dos horas para “ensayar” el PITCH de 3 minutos. Se suceden los nervios. 3 minutos es, NADA! Cortamos, pegamos, rehacemos. Decidimos en equipo que Julián y yo misma presentemos la aplicación. No estábamos preparados para lo que sucedería más tarde. Los nervios empezaban a hacer mella. Cada uno gestionaba su cansancio como podía. La Organización y los mentores nos dieron los últimos empujones, sobre todo (no recuerdo el nombre) pero una mentora de márketing nos dio el empujón preciso para una presentación adecuada del proyecto.
El Pitch – 3 minutos. Tres intentos.
Los segundos en salir éramos nosotros. Nos presentaron. Y la demo de la App no funcionaba. El Auditorio estaba abarrotado. El Jurado mirando. Y la demo no funcionaba. No nos lo podíamos creer. Los cables de conexión a la pantalla no funcionaban. Ahí empezó a ponerse a prueba a nuestro equipo. No pasaba nada. Habíamos llegado hasta allí. Había sido extraordinario. Nos bajamos de la tarima sin hacer la presentación. Nos ayuda el representante de Testamenta en una sala aparte para intentar que la presentación funcione. Los nervios se van acumulando. Vamos a intentar salir los próximos. Creo que éramos los sextos.
Vuelve a no funcionar la presentación. La sensación de ridículo nos traspasa la piel. Sentimos las miradas del auditorio diciéndose mentalmente “pobrecitos”…. Lo sentimos. Ahí nos entraron las sensaciones bien dentro. No importaba. Nos unimos más si cabe. Antes de presentar el Pitch ya habíamos decidido que, independientemente de ser o no Caballo Ganador, creíamos en nuestro sueño y lo llevaríamos hacia delante pasara lo que pasara.
La Organización nos deja los últimos. El Auditorio ya está distraído. Nos miramos los cuatro. Julián y yo intercambiamos una mirada cómplice que dice “Ahora o NUNCA!”. La presentación funciona y subimos decididos a “captar la atención” del Auditorio. Voz Alta, Clara, Precisa, Apasionada…. Mostramos la App, la Necesidad del Abogado y el Modelo de Negocio. Lo hemos dado todo. Hemos cerrado el evento captando la mirada distraída del Auditorio. Era lo que queríamos. Lo habíamos sudado, hasta el final.
Ya daba igual. Habíamos superado la gran crisis técnica y nos mantuvimos juntos. Cogemos una cerveza. Somos muchos equipos pero no hemos podido ver qué hacían exactamente. Los problemas técnicos nos han concentrado en lo nuestro, por lo que no sabemos el alcance y el nivel de nuestros competidores.
El Jurado tarda mucho. Nos distraemos al fondo de la Sala. Gentzane Gurrutxaga, la Community Manager de Legal Hackaton Barcelona ha hecho a la perfección su trabajo en Twitter. Todo ha salido perfecto en comunicación y organización. Nos damos por satisfechos.
Sale el Jurado. Nos distraemos al fondo de la Sala. Dan el segundo premio y Jordi Rivera, CEO de DAS, grita el nombre de nuestra App LegalSurvivor como el proyecto ganador. ¿Cómo? Estallé en llanto. Me lancé a los brazos de Elena. Ella había confiado en nosotros al hacernos esa entrevista surrealista. Allí estábamos los cuatro. Soltando los nervios por esa gran carrera sin descanso.
¿Y ahora? Como diría a mis alumnos del Máster: Ahora viene lo bueno…..
Gracias a tod@s.
Ruth Sala Ordóñez
Abogada – Miembro del equipo LegalSurvivor –