Puedes marcharte a tu casa, ya es hora….”, dijo. “Creo que aún te dará tiempo a ver a tus hij@s antes de que se acuesten”.

El silencio reinaba en el despacho. Doscientos cincuenta metros cuadrados huecos de energía, sólo la estructura. Éramos él y yo. El reloj de la pared de la Sala de Juntas marcaba las 20:35. No me había dado cuenta. Quizás sí que era hora. Llevábamos en un mano a mano más de tres meses. Cada noche incorporábamos al disco duro de su expediente más prueba electrónica. Más mensajes de Twitter, comentarios de YouTube. La noche ayudaba a todas las Almas de las Redes a comunicarse, a confersarse, a aprovechar la noche silente para desatar sus  pensamientos, sus sentimientos. Era el momento en el que, aún a pesar de haber estado en la trinchera durante todo el día, aprovechábamos para capturar pantallas, certificar páginas web, grabar diálogos en directo, monitorizar las imágenes …

tacones– “Puedes marcharte a tu casa, ya es hora” – volvió a repetir.

Quizás ese había sido un destello de agradecimiento por “estar” las 24 horas del día pendiente de su caso, de sus emociones, de los efectos que causaban miles de cosas en la Red sobre su estado emocional, sobre su vida, su entorno….

En ese instante pasa ante mi su mirada en los ojos a lo largo de muchos momentos de esa convivencia abogad@-cliente en que ha llorado, ha suspirado, ha sentido rabia, dolor, desesperación, pero siempre, siempre me ha podido sentir a mí. Cerca. Solo estar es suficiente. Hoy se siente especialmente fuerte y me “permite” marchar. El acoso constante que sufre puede mantenerlo al margen durante algunas horas sin mi presencia constante. Me libera, con lo cual, ha adquirido fuerza y seguridad. Sonrío, por dentro. Como aquél cuento, quizás no podré salvar a todas las estrellas de mar que han quedado fuera, en la playa, tras la tormenta, pero si me esfuerzo, al menos podré salvar a alguna devolviéndola al mar.

En un instante me doy cuenta de la importancia de la mirada en los ojos. Que Toni no es sólo el caso número 23 de este año, sino que es Toni, que conozco quién es su pareja, sus hijos, su familia, su situación. Que le has visto llorar y reír ante lo absurdo, muchas veces, de lo que nos “toca vivir”. Y yo me pregunto: y tu? Como profesional ¿conectas con las personas?

No quisiera creer que el #Viernes leeré un twitt en el que lea un “por fin es viernes” porque significará que el país se “levanta” gracias a “muertos vivientes” de lunes a jueves y que “resucitan” el viernes, para volver a morir el domingo. ¿Te imaginas un mundo en el que nadie “muriese” y viviésemos con pasión nuestra aportación al Mundo, con nuestro talento?

Y en un plis plas, repaso mi día justo cuando Toni me invita a “soltar”. He hablado en Comisaría con María, gallega, que está en la ciudad por amor, que ha construido su Vida alrededor de un sueño, ayudar a los demás con su habilidad para la investigación. Y le he mirado a los ojos a Roberto, Fiscal de Cibercriminalidad Informática. Se ha dejado secuestrar tras una llamada y un “¿tomamos un café?. Y Edu, el camarero simpático y eficiente de la  Ciudad de la Justicia, que nos conoce a ambos y nos pregunta cada día qué tal nuestro día con esa “brillante sonrisa”. Y Manuel, el coordinador de la seguridad en los Juzgados, le encanta jugar al tennis, tiene dos hijos y disfruta del mar en su pequeñito velero.

No nos olvidemos de Rita y de Laura, las dos super eficientes recepcionistas del Colegio de Abogados, de quienes sabemos no sólo sus nombres, sino sus gustos en las comidas, en los viajes, el número de hijos, dónde pasan las vacaciones…

Y, ¿te acuerdas de que mañana es el cumpleaños de Marina? Oficial del Juzgado de Instrucción número 8, con una niña adoptada…..

¿Conoces a quiénes forman parte de tu día a día en tu profesión? ¿Crees que entregas tus minutos con pasión? ¿has olvidado el motivo por el cuál decidiste trabajar en “esto”? ¿Mueres el domingo para resucitar el Viernes? …..

  • “Puedes marcharte a tu casa, ya es hora….”
  • Creo que sí. Hoy me he entregado, con pasión, he tratado de ser un 1% mejor que ayer, creo que no me dejo ninguna deuda emocional por saldar ni nadie a quien no hay podido sonreír. Mañana es #Viernes, pero no resucitaré, porque sigo sintiéndome igual de Viva que ayer…..