Asistimos el 30 de abril a l’Ateneu Barcelonès a la ponencia-charla-coloquio sobre “Smart Cities, ciudades inteligentes” dirigida por Jordi Marin Puigpelat, Director del Centro de Excelencia de Smart Cities de INDRA, actual colaboradora con el Ajuntament de Barcelona en la creación de la Smart City del futuro.
Nos cuenta cómo lo que pretenden no es más que responder al ciudadano del futuro y quieren hacerlo desde la base, es decir, transforma las ciudades para transformar a los ciudadanos. Sueñan con un ciudadano que tenga estas características:
– Hiperconectado
– Que viva en Red
– Que sea proactivo en la creación de contenido
– Dinámico
– Partícipe de la innovación
– Emprendedor
¿Cómo pretenden conseguir este perfil de ciudadano del futuro? Con las nuevas tecnologías, que son y serán la red sobre la que todo se sostiene. INDRA habla de una tecnología que da capacidad a la Administración para saber qué está ocurriendo minuto a minuto en la ciudad. Hablan de una ciudad completamente sensorizada con el resultado de un grosor de datos impresionante, lo que llamamos hoy día Big Data.
Paralelamente, el 31 de octubre de 2013, el Ayuntamiento de Barcelona y otras 29 ciudades del mundo más, firman lo que se denomina el City Protocol www.cityprotocol.org centrado en varios grupos de trabajo que tratan de formalizar protocolos de eficiencia en la gobernabilidad de las ciudades a partir de la consideración de:
– La energía
– La movilidad
– El medio ambiente
– La tecnología
Y como tercera parte de la charla-coloquio-debate, se pone en conocimiento de los asistentes que la entidad financiera BBVA ha creado una sociedad aparte con todos los datos que generamos con las compras y uso de nuestra tarjeta VISA.
¿A usted le han preguntado si podían utilizar sus hábitos de compra? Seguramente no.
BBVA genera con esos usos y hábitos de compra unas Zonas Calientes Comerciales que aprovecharán para asesorar a emprendedores y recomendarles dónde iniciar sus negocios.
¿Consta en esos contratos infinitos el uso que le darán a mis / nuestros hábitos de consumo?
Seguramente, no.
Volvemos a las Smart Cities, construyéndose para los ciudadanos pero sin los ciudadanos. Utilizándonos como sensores que generamos datos, con nuestros hábitos de consumo y movimiento. Cierto es que los Abogados siempre parece que pongamos trabas al desarrollo, lo cuestionamos todo, pero, ¿nadie se está cuestionando por qué el Ayuntamiento tiene que tener grabada en vídeo tu matrícula de coche? ¿Qué hacen con tus/nuestros datos? Cuando compramos un bono mensual de transporte público, con nuestro D.N.I.,¿ hacen nuestro perfil de movimientos?
Si es así, que formamos parte de una gran y masiva captación de información, llamada Big Data, ¿podemos decidir, como ciudadanos de esa Smart City, Acceder a los datos, Rectificarlos, Cancelarlos o incluso Oponernos a ellos? ¿Podemos? ¿Nos han preguntado?
No. Y parece que aún no haya nadie que se lo cuestiones de una manera lo suficientemente contundente como para mover los cimientos y los valores de la construcción de las Smart Cities.
Ruth Sala Ordóñez
Col. ICAB 26.017
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