Yo soy libre en Internet… y quiero seguir siéndolo

“Gobierno busca datos de ciudadanos. Razón EEUU. Se recompensará”

Podría ser un inocente anuncio clasificado si no fuera por la enorme trascendencia que el hecho tiene. Es inconmensurable el interés que genera para las grandes potencias conocer lo que sus ciudadanos (y los que no lo son) hacen. ¿pero actuamos responsablemente cuando usamos nuestros datos en internet?

Los mismos usuarios que le contamos cada día todo lo que hacemos a una empresa privada (llámese google, facebook…) que está exenta de control más allá de la cotización bursátil de sus acciones, somos sin embargo los que nos escandalizamos al saber que esos datos son consultados con aparente facilidad por el Gobierno de Estados Unidos. Si el único control de esas empresas es su beneficio ¿no es normal que hagan lo que les sea más beneficioso? ¿o esperábamos otra cosa?

Pero resulta que confiamos en ellos… y nos han defraudado. La seguridad es una experiencia de usuario más que una realidad. Navegamos en protocolos abiertos, el https es un simple encriptamiento simétrico (desarrollado justo en ese país que se entera de nuestros datos) y el uso de encriptamiento asimétrico es prácticamente residual.

Y más aún: Pensar que una empresa privada es garante de nuestra privacidad cuando la información que usamos viaja por estructuras de todo el mundo es simplemente inocente. ¿o es que los cables les pensamos invulnerables? ¿o es que albergamos la esperanza de que cualquier estado en interés de la seguridad (ese concepto que permite hacer cualquier cosa) va a dejar de monitorizar nodos para alcanzar esa información? Internet es información y la información es poder.

El usuario necesita tomar conciencia de su posición en la red y debe valorar el cumplimiento de la protección de datos por las empresas que le prestan servicios. Es valor añadido. Es privacidad. Es tranquilidad.

Los usuarios nos hemos topado de la forma más cruda con la gran sombra que se alarga hacía los próximos años: el Big Data. El tratamiento masivo de datos no estructurados.

¿Cuánto poder otorga tener lo que el gobierno más poderoso necesita? ¿Cómo de estratégica resulta ser tu empresa cuándo es necesaria? ¿A cuanto se paga el kilo de privacidad? ¿Alguno tiene ahora respuesta a la defensa de google por EEUU frente a la aplicación de la normativa de protección de datos europea?

Pero en internet los usuarios somos mucho más que espectadores. Somos los creadores de la arquitectura. Somos los que desarrollamos internet. Y todo está sujeto a cambiar. Hasta entonces, amigo, recuerda:

Si no estás en redes sociales eres antiguo.

Si estás en redes sociales eres público.

Jesús P. López Pelaz

Director del Bufete Abogado Amigo

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